La modernidad que caracteriza a Monterrey se hace presente en la Macroplaza, una explanada de casi 40 hectáreas donde conviven edificios vanguardistas y coloniales. Una de las plazas urbanas más grandes del mundo, la Macroplaza es también el núcleo de integración de los regiomontanos y un sitio turístico que no puedes perderte en tu visita a esta ciudad norteña.
¿Quieres conocer los puntos más atractivos de la ciudad? Quizá la mejor opción sea tomar un recorrido en tranvía. Si te gusta caminar, date una vuelta por el complejo formado por el Museo de Historia Mexicana, el Museo del Noroeste y el Museo del Palacio. Sus colecciones dan cuenta de la historia de un pueblo industrial y su presencia determinante en la economía del país. Por otro lado, si te interesa el arte contemporáneo, el MARCO, también dentro de la Macroplaza, resguarda una vasta colección de obras de artistas latinoamericanos.
Mención aparte merece la Explanada de los Héroes, ubicada en el centro de la gran plaza. Aquí se erige el Faro del Comercio, una columna de 70 metros de largo y 12 de ancho creada para conmemorar el primer centenario de la Cámara de Comercio de Monterrey. Si en el día es impactante, en la noche te dejará sin aliento, pues la luz láser que emite hacia el cielo es visible desde distintas partes de la ciudad.
Frente a esta imponente columna, el emblemático ícono de la ciudad vigila a los regiomontanos: la Catedral Metropolitana. Fue erigida a la par de la fundación de la ciudad, y su construcción duró más de 100 años. Por ello posee una mezcla de estilos arquitectónicos: barroco, neoclásico y Art Decó. La trascendencia histórica de este edificio radica también en el papel que jugó durante la invasión estadounidense en 1847, al convertirse en centro de mando y almacén de armas.
Si aún tienes energía para seguir el recorrido acude al Paseo Santa Lucía, un canal de agua de más de dos kilómetros de longitud. Situado entre el Museo de Historia Mexicana y el Museo del Noroeste, el paseo recorre la Macroplaza y la une con el Parque Fundidora. No olvides visitar las tiendas de artesanías de los alrededores para llevarte a casa un recuerdo de Monterrey.